Vecinos plastas.

  Vivir en una comunidad de vecinos es toda una aventura apasionante. Nunca sabes lo que te vas a encontrar.

  

  Cuando llegas nuevo todos parecen simpáticos, amables, educados, pero... dales tiempo. 

  Con el tiempo descubres al vecino cotilla, el que sólo te pregunta para correr la voz por "radio patio". Los hay quienes cuentan lo que les parece y te inventan una vida que no conoces ni tú. Pretenden mantenerte a la última sobre las truculentas vidas de los demás. Pero si les preguntas a ellos te darán respuestas varias para librarse de contestar... creo que no contestan porque en realidad no tienen vida propia o porque conocen tantas que ya no saben ni cuál es la suya.

  Seguro que también encuentras al vecino paranoico, el que cuando tú apareces en el portal te deja con la puerta del ascensor en las narices, o, si el ascensor no ha llegado aún se sube por las escaleras. En ocasiones me pregunto si es cosa suya o soy yo, quizá el ir armada con el carro de la compra puede resultar intimidatorio...

  ¡El vecino pidón es más simpático que ninguno! Alegre, chistoso y divertido como nadie. Un día viene a verte para preguntarte qué tal te va y después de unas risas te dice que si le puedes dejar tomate, ¡claro hombre, como no! Al día siguiente le falta sal... suerte que yo tengo, je je... Al siguiente patatas... me parece que te toca hacer la compra, ¿no? Y a final de mes que si le puedes dejar 10€ para el autobús... ¡Vaya por dios! Debe de ser que el autobús le llevaba al mundo de la simpatía y por mi culpa no ha podido ir y se ha vuelto antipático... Cachis... es una pérdida irreparable...

  El vecino empanao es un punto. Le ves, te mira, te mira de arriba a abajo. Te pregunta si vives en el edificio, le contestas que sí y le explicas dónde. La siguiente vez que le ves, te mira, te mira de arriba a abajo. Te pregunta que si vives en el edificio, se lo vuelves a explicar. Vuelves a encontrarte con él, te mira, te mira de arriba a abajo y cuando volvió preguntar que si vives en el edificio le dije que no, que venía a ver a mi madre... Te va a dar igual, porque la siguiente vez que te vea volverá a hacer lo mismo. Memoria pez.

  El vecino presidente que se cree el rey de la comunidad. Lleva andares de superioridad desde que le nombraron en el cargo. Siempre bien vestido, no se ha vuelto a poner el chándal que llevaba todos los días. Ha cambiado su saludo de "ué" a "hola, qué tal, muy buenos días". Creo que espera que eso le dé puntos para ser reelegido. Es como si hubiese nacido para ello. Se comenta que duerme con una corona y que su mujer le llama majestad...

  El vecino DJ... ¡¡Pedazo de DJ que tenemos en el edificio!! No sé cómo no está haciendo giras por el extranjero... Puede poner la música cualquier día, incluso en laborable, a todo volumen a las 10 de la mañana y tenerte todo el día bailando a su ritmo, sin descanso, enlazando una canción con otra, sin parar hasta las 12 o la una de la mañana... tras una llamada al 112. Porfis, que alguien le contrate...

  La vecina tacones. Más maja es ella... Siempre preocupada por ir impecable desde que se levanta hasta que se acuesta. Nunca lleva deportivas. Jamás han entrado en su casa unas zapatillas de andar por casa. Sólo tiene un defectillo, que tiene muy mala cabeza... siempre se le olvidan las cosas y tiene que darse paseos por la casa una y otra vez.

  El vecino gruyere, fan del bricolaje, tiene tarjeta premium oro vip en L&M. Sea la hora que sea, el día que sea, siempre necesita utilizar el taladro. Comentan que hay más cuadros en su casa que en el Museo del Prado. Se teme por la estabilidad del edificio.

  La Vieja´l Visillo de José Mota existe... creo que es obligatorio al menos una por comunidad. Se dice que las pone el gobierno... Siempre está al acecho. Te cuenta y apunta cada vez que sales, que entras, con quién vas, con quién vienes, si has comprado... Siempre tiene una rendijilla abierta de las cortinas hasta que... miras hacia allí. Entonces, como por arte de magia, se cierra. Nadie la ha visto salir a ella...

 

  Entre todos ellos, en ocasiones tienes la suerte de encontrar vecinos que son personas maravillosas. Que puedes contar con ellos y con los que se hace muy agradable vivir en comunidad. Gracias a ellos se hace más llevadero.

  Remedio para los vecinos plastas no hay, sólo paciencia... para esperar que les toque la primitiva y se marchen a un chalet, ya que no me toca a mi...

  Hay mudanza en la comunidad... Démosles tiempo.